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Desde mi amistad

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Hace unos días recibo una llamada desde El Puerto. Era Nani Poullet, para invitarme al acto de presentación del cartel de la Fiesta de Los Patios 2017. Un año más -y van XIX-, la asociación cultural Amigos de los Patios Portuenses acicala lo que prorroga al zaguán y se atavía de portuensismo. Una vez más, por unos días, volveremos a ser un poco nosotros mismos. Pretendía Nani dar una sorpresa a Javier Thuillier, que le había tocado en suerte, ser maestro de ceremonias del acto en el que nos encontramos; y que fuese yo -¿Quién será, se estará ahora preguntando Javier?- el que dirigiese unas palabras a todos ustedes. No podía ser, compromisos laborales me tenían ocupados en Madrid este día. Sin embargo acepté el reto y con su colaboración, (leyendo estas líneas), no solo me sumo a esta Fiesta, sino que me permito disfrutar escribiendo sobre la tremenda talla humana de Javier Thüillier. A “PÉREZ”, como aún le saludo cada Miércoles Santo, cuando año tras año coincidimos en l

Doña Blanca

Llueve sobre mojado . A pesar de la terca  sequía, en El Puerto somos así de irreverentes. O de lo que ustedes quieran, qué más da. Hace un par de años (noviembre de 2015), más de 250 vecinos firmaban un escrito pidiendo “la independencia” al ayuntamiento de nuestra ciudad, y para ello argüían  la dejadez abso luta  del Ayuntami ento portuense, para con  el Poblado, desde hacía años. Se adelantaron, sin duda, a esta marea del independentismo, que tan de moda está y tan hartos estamos. Resulta que , dos años después, de nuevo la desidia  del ayuntamiento  y la  falta de mantenimiento  ha n  llevado ,  a la asociación de vecinos  del Poblado de Doña Blanca,  a plantearse la desvinculación administrativa de El Puerto para acercarse a Jerez, algo que conside ra  que puede ser una solución.   Sin embargo, el Poblado ya dependió de Jerez durante años, sin que ese Ayuntamiento les llegase a prestar mayor atención . Puede que se trate de una huida hacia adelante, o una manera de llamar la

Fotografías

Inaudito y esperpéntico, o al menos me lo parece. Les hablo de la cantidad de fotos que se hacen los políticos del equipo de gobierno de nuestro ayuntamiento (por suscribirme al municipio en el que vivo). Como si a los ciudadanos de aquí se nos pudiese engatusar viendo como los prebostes -con la excusa más peregrina, si es que se excusan- se atusan las chaquetas para inaugurar, clausurar, abrir, cerrar, llegar, partir, y si fuese el caso recibir al peso a cuanto 'quisque viviente' se acerque por el consistorio. Y si esa es la tónica habitual, de cuatro años para acá, ni les cuento lo que lleva ocurriendo desde que la ínclita Susana Díaz adelantase los comicios andaluces al 2 de diciembre. Y lo que les rondaré morena, cuando se acerquen las elecciones municipales. Instantáneas para dar y tomar. Lo de la fotografía tiene su aquel. Acuérdense de aquella gloriosa frase de Alfonso Guerra "el que se mueve, no sale en la foto", que dijera para dejar sentado que la disci

D. Manuel y D. Enrique. Recordar es vivir

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Cada cierto tiempo, como si lo aprendido de pequeño tuviese su espacio en la memoria más entrañable, suelo sacar esa caja de latón donde conservo las fotos antiguas de la familia. Y miren ustedes por donde me tropiezo con una instantánea de singulares características. Determinada calidad y entrañable composición. Es la imagen que tienen ustedes delante. La playa de La Costilla en Rota sirve de soporte a dos parejas de recién casados. Corría el año 1.956 cuando los matrimonios conformados por los profesores del Instituto Laboral portuense,  Enrique Bartolomé López-Somoza (con nótula 222 en GdP)  y Elisa López Quevedo y  Manuel Martínez Alfonso (con nótula 1.051 en GdP)  y María de los Ángeles Pérez Sánchez viajaban a la localidad vecina y eran inmortalizados por un amigo común. La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados , escribía el escritor alemán Jean Paul Friedrich Richter, mientras saboreo la fotografía que cuelga en el salón de mi casa familiar. En

Escuela de música Armonía

ANÁLISIS ENRIQUE BARTOLOMÉ Escuela de música armonía A decir de Platón, la música da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza y vida y alegría a todas las cosas. De fondo -mientras escribo estas líneas-, la voz armónica de Montserrat Caballé, con su insuperable:  'O Mío Babbino Caro' . Desde octubre pasado, la Escuela de Música Armonía es, en El Puerto, una palpable y sonora realidad. Ocupa una superficie de 560 metros cuadrados de la antigua Lonja Pesquera, junto a las oficinas de los catamaranes que van a Cádiz. Cuenta con ocho aulas para impartir clases de diferentes instrumentos, dos aulas para teoría, dos aulas para enseñanza infantil y una sala polivalente en la que se realizan conciertos y actividades, con capacidad para 150 personas. Aquí, el arte de formar y enlazar los acordes va desde la estimulación, iniciación y lenguaje musical hasta enseñanza instrumental de piano, guitarra, violín, violonchelo, saxofón, f

Luisperezgran

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De nuevo las hojas del calendario se tiñen de tristeza. La fecha del 15 de junio de 2009 permanecerá siempre unida a la desaparición de un portuense ejemplar, de un trabajador que atento a los aconteceres de nuestra ciudad desde el fidedigno comercio  Las Novedades , en pleno casco histórico: de nuestro convecino Pepe Pérez Sánchez. Aunque desde hace años son su hijo Miguel y su esposa quienes regentan, de una manera especial, el negocio, Pepe acudía presto cada día a saborear las mieles que llevaba cosechando tantos años. Su figura, elegante y seria, oteaba el horizonte de su calle Larga, que le vio crecer. Y con ternura y buen oficio aconsejaba hacía donde debía dirigirse el barco de  Las Novedades . Los portuenses, dados a inmortalizar apodos y sobrenombres nunca llamamos al comercio de Pepe como rezaba en la publicidad de la época: 'Las Novedades, Quincallería y Perfumería'. Al menos en mi memoria, aún resuena la voz de mi madre: esta tarde vamos al refino de 'Lu

El orden de los tiempos: El Humilladero de la Victoria

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El Humilladero de la Victoria ILUSTRACIÓN :  María Fernández Lizaso EL ORDEN DE LOS TIEMPOS Publicado en el Diario de Cádiz el Domingo, 3 de octubre de 2010 A veces la polémica hace renacer cuestiones y rincones olvidados durante años. El Paso de la Victoria tiene poca suerte. Desde que en sus años de esplendor albergara multitud de acontecimientos genuinamente portuenses, lo cierto es que en los últimos 20 años ha ido de mal en peor. La dejadez de las autoridades municipales por un lado y la falta de certeza a la hora de encauzar un proyecto de rehabilitación acorde con la historia de este bello rincón portuense ha llevado a la ruina edificios como el que traigo a estas páginas locales. Nos acercaremos, con la cautela propia que merece este tipo de construcciones, a la denominada Ermita de la Concepción o Humilladero de la Victoria. Fue precisamente nuestro historiador local Hipólito Sancho quien en su espléndido texto Historia del Puerto de Santa María (des
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