Manuel Delgado



Las cosas son como son y se sienten como se sienten. Sin adjetivos ni aditamentos. Por motivos laborales no pude asistir, y bien que lo sentí, a la inauguración del complejo deportivo que Afanas ha construido en sus instalaciones de Las Redes. Y créanme sin les digo que produjo en mi interior una placidez, difícil de describir en una columna como esta, cuando supe que la instalación deportiva llevaba aparejada el nombre de Manuel Delgado Almisas.
Las pequeñas historias son a veces desconocidas para la mayoría de los ciudadanos. No para aquellos que tuvimos la suerte de vivirlas en primera persona. Resulta que la figura de Manuel Delgado Almisas tuvo siempre mucho significado para mí. Además de ser el padre de Carlos, buen amigo y compañero de clase durante 6 años en el Instituto Laboral, fundó lo que hoy es Afanas. Y lo hizo rodeado de un puñado de portuenses entre los que se encontraba mi padre Enrique Bartolomé; Andrés Jiménez, Juan Roselló y otros amigos, bajo el amparo del padre Ramón González Montaño.
De pequeño pude contemplar como Manuel Delgado y sus amigos se reunían en casa o en la parroquia para definir la institución en la que estaban empeñados en crear para poder compartir un buen día sus corazones solidarios con ese grupo de personas necesitados de atención y cuidados, pero sobre todo de cariño. Y ni cortos ni perezosos se lanzaron a la aventura, convencidos de su éxito. Porque ayudar al que lo necesita se convierte de por si en un premio de envergadura.
Y así las cosas, Afanas comenzó a andar. Se sumaron muchos esfuerzos. Y de la mano de Luis Benvenuty en su última y dilatada etapa profesional, llegó a ser lo que es, un referente nacional en el complicado mundo de la solidaridad con los más desprotegidos.
Si como niño inquieto y curioso permanecí atento a aquellos encuentros, en los que se mascullaba el nacimiento de una criatura especial. Hoy saboreo el haber compartido, aunque fuese a través de la cercanía familiar, aquellas semillas plantadas desde el corazón que sirvieron para mucho. El resultado, a la vista está.
El Alambique. Diario de Cádiz
(14/07/2010)
Enrique Bartolomé

Comentarios

Booking.com

Entradas populares de este blog

El orden de los tiempos: El Humilladero de la Victoria

D. Manuel y D. Enrique. Recordar es vivir

Desde mi amistad